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Lucian Freud es un pintor del cuerpo en reposo. Como le gusta recordar a la gente, es biólogo. Pinta, dibuja graba cabezas y cuerpos -predominantemente humanos, pero a menudo animales-. Busca decir la verdad. Pero dota este proposito, sencillo en apariencia, de una sensibilidad extraordinaria respecto a todo lo que envuelve al cuerpo: sensación, emoción, inteligencia, plenitud y la ineluctable disipación. Rechaza pensar en todo esto en términos generales. Ha querido establecer más bien verdades muy concretas sobre lo que significa ocupar un cuerpo determinado en una situación determinada en un periodo de tiempo determinado. En la búsqueda de esa ambición, ha realizado obras sin precedentes, tanto en la HIstoria del Arte como (inevitablemente) en términos humanos.

"Pinto a personas, no solo por ser cómo son ni tampoco exactamente a pesar de lo que son, sino por lo que resultan ser. No creo que deba dejarse de lado ninguna emoción."